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Comprar Ozempic: Guía para Saber si Eres Candidato

Escrito por: Alfredo Andreu

Farmacéutico y dietista-nutricionista (Nº Colegiado ARA00404)

¿Quién debería plantearse comprar Ozempic y quién no? Después de investigar numerosos artículos científicos, recopilar lo que otros divulgadores han dicho y mi experiencia directa con pacientes que lo están usando, existe un consenso sobre quiénes son candidatos y quiénes no.
Qué te cuento en este artículo:

Comprar Ozempic puede parecer la solución mágica para perder peso, especialmente cuando escuchas historias de éxito en todas partes. Pero, ¿realmente es adecuado para ti? Antes de tomar cualquier decisión, es crucial entender quiénes son los mejores candidatos para este medicamento y quiénes deberían buscar alternativas.

Cuando hablo de Ozempic, hablo en realidad de todos los medicamentos moduladores del hambre o medicamentos para perder peso que existen a día de hoy. Según el país donde te encuentres leyendo esto, existirán unos medicamentos u otros para este fin.

Lo que sí han demostrado estos fármacos, con independencia del país donde analicemos su uso, es que están cambiando nuestro mundo, para bien o para mal. Junto al resto de mis otros artículos de la serie de los fármacos para perder peso, en este me centro en responder la pregunta del millón: ¿quién puede tomarlos y quién no?

¿Qué es Ozempic y Cómo Funciona?

Ozempic, cuyo principio activo es la semaglutida, es un medicamento inyectable originalmente diseñado para tratar la diabetes tipo 2. Cuando digo “originalmente” me refiero a que lo llevamos usando con pacientes diagnosticados de diabetes tipo 2 desde hace casi 20 años.

Sin embargo, hace menos de cinco años que se ha empezado a usar con otra indicación: favorecer la pérdida de peso.

Este efecto se descubrió por serendipia, como detallo en mi artículo de investigación donde cuento todo lo relacionado con este fármaco y la evidencia científica para usarlo. Funciona al imitar una hormona natural del cuerpo que regula el azúcar en sangre y, como beneficio adicional, ayuda a reducir el apetito y a controlar el peso. Esta capacidad para apoyar la pérdida de peso ha hecho que Ozempic gane popularidad entre aquellos que buscan una solución efectiva para la obesidad.

Sin embargo, en este artículo no solamente me centro en Ozempic, sino en el resto de fármacos moduladores del hambre que se están indicando para el manejo del peso. Como es fácil liarse con tantos nombres técnicos, voy a aclarar a qué fármacos o principios activos me estoy refiriendo.

Pero antes, conviene hacer una distinción muy básica. Con la palabra “fármaco” nos referimos a principio activo, es decir, la molécula química responsable del efecto farmacológico. Con la palabra “medicamento” nos referimos al resultado final del fármaco con el resto de ingredientes (excipientes) y en una forma farmacéutica determinada (en este caso hablamos de inyecciones subcutáneas, pero no tardaremos en ver la versión oral de estos tratamientos).

Hecha esa distinción de términos, veamos a qué medicamentos y sus respectivos fármacos hago referencia por igual en este artículo.

Por un lado, medicamentos que llevan por principio activo o fármaco la semaglutida (fármacos de primera generación):

  • Ozempic
  • Wegovy

Por otro lado, medicamentos que llevan por principio activo o fármaco la tirzepatida (fármacos de segunda generación):

  • Mounjaro
  • Zepbound

Pero esto de que haya dos nombres comerciales para el mismo fármaco es un poco raro, ¿no? Pues sí. Es raro. Lo es porque Ozempic y Mounjaro están aprobados para la diabetes tipo 2, pero cuando sus fármacos fueron aprobados para la indicación de manejo del peso se convirtieron en Wegovy y Zepbound, respectivamente.

En este artículo hablo de Ozempic, pero hago referencia a aquel medicamento que esté aprobado para la indicación específica de pérdida de peso en tu área geográfica. Por ejemplo, ahora en España una persona que tenga obesidad y sea candidato a usar Ozmepic, pero no tengo diabetes tipo 2, debería ser dirigida por su médico directamente hacia Wegovy para no causar más problemas de desabastecimiento y dejar sin medicación a los pacientes con diabetes tipo 2 que vienen usando Ozempic desde hace tiempo.

Comprar Ozempic (o Similares): Quién Sí y Quién No

Una de las personas que más ha investigado hasta la fecha el uso de Ozempic en la pérdida de peso es el periodista Johann Hari. En esta entrevista, Hari cuenta cómo conoció Ozempic. A finales de 2020, cuando el confinamiento en medio mundo se volvía más relajado, Hari fue invitado a una fiesta en Hollywood. Y Hari aceptó la invitación con cierta curiosidad morbosa: si él había ganado varios kilos durante los meses de confinamiento, ¿qué les habría pasado a algunas de las estrellas de cine que iban a la fiesta?

Hari acudió a la fiesta pensando que iba a encontrar a todo el mundo con unos cuantos kilos de más. Él había entrado en un nivel de obesidad y se encontraba hinchado y pesado. ¿No sería impactante de ver esa cara tan conocida de las películas con esos kilos de más? Pero Hari no se encontró lo que esperaba. Lo que vio, no podía creerlo. ¡La gente estaba delgada! Hari sintió una sensación de ridículo acompañada de una cierta frustración: ¿qué están haciendo para estar así?

Había truco. Cuando Hari comenzó a hablar con ciertas personas invitadas a la fiesta, se dio cuenta de que muchas de ellas estaban haciendo uso del mismo medicamento. Por entonces, no se oía hablar de él más que en ese tipo de círculos sociales:

—No creerás que estoy así por el pilates, ¿verdad?

—No lo sé, pero sea lo que sea dime cómo lo haces porque necesito lo mismo.

Entonces, la persona con la que Hari estaba hablando sacaba el móvil, buscaba una foto y le mostraba la pantalla:

—Se llama Ozempic, se inyecta una vez a la semana como una insulina.

Bien. He contado esta historia porque refleja la fascinación que produce Ozempic, convirtiéndolo en uno de los medicamentos más deseados y peor usados del mercado. Al fin y al cabo, un medicamento, cualquier fármaco, tiene sus beneficios y sus riesgos como explico en este artículo.

Pero realmente, en la fiesta en la que estuvo Hari, ¿cuántas de esas personas que estaban usando Ozempic crees que estaban bajo supervisión médica? ¿Cuántas de esas personas estaban haciendo un uso racional del fármaco? ¿En qué casos estaba justificado?

Pues viendo a todas esas estrellas posando en la alfombra roja y presumiendo de haber usado Ozempic, uno se puede hacer a la idea…

Así que vamos a ir directamente a dar respuesta a la pregunta que la gente de esa fiesta nunca se preocupó por hacerse: ¿quién debería comprar Ozempic y quién no?

Para responder a eso, planteo hablar de dos escenarios:

  • Los que Sí o Escenario A. Son fármacos indicados, o bien para personas con obesidad, o bien para personas con sobrepeso que, en paralelo, presentan otras enfermedades, como la diabetes. El uso de Ozempic sin la supervisión adecuada de un profesional de la salud puede conducir a efectos secundarios graves y no recomendados, como ha sido destacado en varias investigaciones y advertencias médicas (Wojtara et al., 2023). Además, es imprescindible que el fármaco se acompañe de un plan diseñado individualmente (una intervención nutricional, un plan de ejercicio físico, una terapia psicológica…) para que la pérdida de peso sea sostenible en el tiempo.
  • Los que No o Escenario B. No son fármacos para compensar los excesos navideños ni para usarlos en la operación bikini —como aclara en su libro Tu cerebro tiene hambre, la Dra. Marián García. No son para quitarnos esos cuatro o cinco kilos que siempre nos sobran. Además, si los fármacos no se acompañan de cambios en el estilo de vida, es decir, en los hábitos de nutrición saludable, se corren varios riesgos. Por ejemplo, al perder peso rápidamente también se puede perder masa muscular y masa magra, algo que, como explicaré luego, es pan para hoy y hambre para mañana. Si al usar estos fármacos no hay una estrategia conjunta para mantener la masa muscular, se recuperará el peso perdido y, seguramente, algo más.

Aclaro que todo esto es para la indicación de bajada de peso. Para las personas con diabetes tipo 2 que llevaban usando semaglutida un tiempo o que han empezado con ella recientemente o que van a empezar, estos escenarios no aplican.

¿A qué me refiero con esto? A que una persona con diabetes tipo 2 es candidata a usar Ozempic si el uso de metformina está contraindicado en su caso. Y si, además, tiene obesidad —algo que suele darse de manera conjunta con frecuencia— razón de más para decantarse por esta familia de antidiabéticos como la semgalutida frente a otros antidiabéticos.

Ahora veamos más en detalle los dos escenarios.

Escenario A: ¿Quiénes Podrían Ser Candidatos a Comprar Ozempic o Similares?

  1. Adultos con obesidad (BMI ≥ 30 kg/m²): Pocos artículos científicos hacen referencia tan clara a esto como este estudio. Aunque está orientado a personas en EEUU, nos vale para cualquier parte del mundo.
  2. Adultos con sobrepeso (BMI ≥ 27 kg/m²) con al menos una comorbilidad relacionada con el peso:
    • ¿Qué comorbilidades?
      • Enfermedad cardiovascular.Prediabetes.Hipertensión.Dislipidemia.Apnea obstructiva del sueño.
    Alguien podría decir: “¿y si tengo más de un 27 de IMC, pero no me han diagnosticado ninguna de estas comorbilidades?” Bueno, hay que decir que prácticamente casi todas las personas con ese IMC entre 27 y 30 han tenido en algún momento algún episodio de hipertensión o dislipidemia o prediabetes. Muchas veces, no estar diagnosticado de esas comorbilidades no significa que no se hayan producido en alguna ocasión. Con esto me refiero a que es muy probable que una persona con un IMC de entre 27 y 30, esté dentro de este grupo candidato a recibir Ozempic, aunque no sepa o tenga un diagnóstico oficial de alguna de estas comorbilidades. Vamos a ver un ejemplo de esto que digo. En concreto de dislipidemia. Aunque los signos visibles como un mayor perímetro de cintura o cadera pueden indicar un riesgo aumentado de dislipidemia [(Hombres: > 102 cm (40 pulgadas) y Mujeres: > 88 cm (35 pulgadas)], es necesario realizar pruebas de laboratorio para confirmar la presencia de dislipidemia. Cuando digo que es muy probable que una persona con ese IMC haya padecido algún momento dislipidemia, me refiero a que en algún momento ha podido tener alterados negativamente varios o algunos (o uno) de estos valores:
    • Colesterol total: > 200 mg/dL
    • Colesterol LDL (malo): > 130 mg/dL
    • Colesterol HDL (bueno): < 40 mg/dL en hombres y < 50 mg/dL en mujeres
    • Triglicéridos: > 150 mg/dL
  3. Si una persona no cumple ninguno de estos dos criterios, añadiría tres perfiles más:
    • Individuos que no pueden someterse a cirugía bariátrica: Aquellos para quienes la cirugía de pérdida de peso no es una opción debido a riesgos quirúrgicos o rechazo personal a procedimientos invasivos.
    • Pacientes con un IMC entre 25 y 27 y con un historial de intentos fallidos de pérdida de peso: Personas que han intentado varias dietas y programas de ejercicio sin éxito significativo a largo plazo. Sin embargo, esto es más difícil de evaluar bien. Habría que ver qué dietas han seguido, durante cuánto tiempo y cuál ha sido la pérdida de peso asociada. Además, no valdría con medir el dato del peso únicamente, sino que habría que determinar el porcentaje de grasa y masa muscular perdido. Como esto no suele ser lo habitual, es decir, una persona con una historial largo de fracasos dietéticos no tiene todos esos datos a su disposición para entregarle al médico, es importante una buena entrevista entre el médico y el paciente para aclarar ese contexto de fracaso dietético.
    • Alto riesgo cardiovascular: Una persona con un alto riesgo de enfermedad cardiovascular, aunque no tenga diabetes todavía, ni esté en un rango de IMC de obesidad (más de 30), pero el médico juzgue que tiene un alto riesgo de enfermedad cardiovascular, también podría ser candidato a usar un medicamento para perder peso.

Escenario B: ¿Quiénes No Deberían Comprar Ozempic o Similares?

Para empezar, nadie que tenga menos de un 27 de IMC y no haya intentado un plan de nutrición pautado por un dietista-nutricionsta.

Si tienes más de un 27 de IMC, pero cumples alguna de estas circunstancias, tampoco deberías ser candidato a usar Ozempic o similares:

  1. Individuos con antecedentes de pancreatitis aguda: Aquellos con antecedentes de pancreatitis deben evitar el uso de Ozempic debido a un mayor riesgo de recurrencia, como recogen en este artículo de consenso varios investigadores de origen canadienese, norguego y chino.
  2. Personas con insuficiencia renal grave (filtración glomerular < 15 ml/min):
  3. Pacientes con alergia o sensibilidad conocida a la semaglutida: Cualquier persona con una alergia conocida al ingrediente activo de Ozempic debe evitar el uso de este medicamento.
  4. Personas con diabetes tipo 1.

Otros criterios adicionales:

  • Personas con antecedentes de cáncer de tiroides o neoplasia endocrina múltiple tipo 2: Estudios en ratas han demostrado que semaglutida puede aumentar el riesgo de cáncer de tiroides. Esto no significa que sea probable que en humanos pase lo mismo, pero necesitamos más evidencia científica para descartar esa posibilidad. Lo que sí sabemos, y que ayuda a dar contexto a favor de la opción de que eso no es probable que esto ocurra, es que llevamos dos décadas usando semaglutida en pacientes diabéticos y no se ha establecido esa relación.
  • Personas con trastornos alimentarios: Individuos con antecedentes de anorexia, bulimia u otros trastornos alimentarios, ya que Ozempic puede exacerbar estas condiciones. Sin embargo, el profesional sanitario que trate a una persona con esta condición deberá hacer un balance de beneficios y riesgos personalizado. Es posible recomendarlo en algún caso, un persona con algún trastorno de este tipo pero con un historial de fracaso con la dieta y estilos de vida (lo que habrá activado sus mecanismos de defensa que dificulta la pérdida de peso) y con un IMC por encima de 30 o cercano a 30. De nuevo, personalización y balance beneficio-riesgo.
  • Mujeres embarazadas o en lactancia: No se recomienda el uso de Ozempic durante el embarazo o la lactancia debido a la falta de estudios sobre la seguridad en estos periodos.
  • Personas con problemas de salud mental graves: Aquellos con antecedentes de depresión severa o tendencias suicidas deben evitar Ozempic, ya que puede haber un riesgo de exacerbación de estos síntomas (Arillotta et al., 2023).

¿Qué interacciones tiene Ozempic con otros medicamentos? Pues actualmente solo hay una descrita como potencialmente importante. Es con el fármaco Warfarina (que es un anticoagulante), aunque no han descrito efectos adversos. Tan solo en casos aislados.

“No Cumplo Criterios, Pero He Fracasado con Todas las Dietas”

Ya lo he dejado caer en el escenario A, pero ¿qué pasa en estos casos? Efectivamente, puede haber personas con un historial de intentos fallidos de pérdida de peso, pero que no llegan a más de 27 de IMC.

Es cierto que Wegovy está aprobado también para personas con un IMC entre 25 y 30, pero solo si tienen alguna de las comorbilidades mencionadas más arriba. Sin embargo, una persona con un IMC entre 25 y 27 es candidata como primera opción a un plan de nutrición integral. Si verdaderamente hay un largo historial de dietas fallidas y la bajada de peso que se ha intentado con el último déficit calórico no supera un 5% en 3 a 6 meses, entonces sí podría considerarse candidata a uno de estos fármacos.

¿De 3 a 6 meses? Sí, eso es lo que sugieren las guías clínicas, como las del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) y la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE), antes de considerar la farmacoterapia. Personalmente, creo que con 2-3 es suficiente.

Posibles Efectos Secundarios y Precauciones

Como cualquier medicamento, Ozempic puede tener efectos secundarios. Algunos de los más comunes incluyen náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Es crucial estar al tanto de estos posibles efectos y discutirlos con tu médico.

Constantemente me preguntan si soy optimista o pesimista con estos medicamentos “revolucionarios”. La verdad es que cuesta formarse una opinión clara porque todo va muy rápido. Sin embargo, después de varios años en los que estos medicamentos moduladores del hambre se están usando para controlar el exceso de peso, veo una forma de responder a esa pregunta. Y es planteando dos escenarios o casos:

¿En qué casos creo que habrá sido una revolución positiva?

En la medida en que nos preguntemos esto…

¿Cómo terminamos con un sistema alimentario tan disfuncional que necesitamos involucrarnos en un programa de fármacos masivos para protegernos de él?

¿Cuáles son los efectos a largo plazo, especialmente en los niños?

¿Esa gran necesidad de estos medicamentos (tantos millones en todo el mundo tienen o tendrán mala salud debido a su peso) nos impulsará a un movimiento para abordar los factores subyacentes que nos trajeron hasta aquí?

¿En qué casos creo que habrá sido una revolución catastrófica?

Si de repente todos estamos delgados sin cambiar hábitos. Eso puede funcionar en el corto plazo, pero sabemos que no funcionará en el medio o largo plazo. ¿Queremos tener más salud dentro de 3 meses o queremos vivir cuanto más podamos con la máxima salud posible?

Si las consideramos medicaciones crónicas de por vida.

Si quieres conocer de primera mano testimonios sobre si usar estos medicamentos de forma crónica, te dejo un enlace a este artículo.

¿Qué Pasa si Dejas de Tomarlo?

¿Qué nos dice la evidencia científica sobre lo que nos pasa cuando dejamos de inyectarnos Ozempic? Nos dice que sin un programa de cambio de hábitos nuestra composición corporal sale empeorada, y que, con el tiempo, volveremos a recuperar todo el peso perdido.

En un estudio que analizó la composición corporal antes y después de usar o comprar Ozempic, se observó que el grupo que lo usó perdió unos 18 kg, de los cuales 10,5 kg fueron de masa grasa, 0,5 kg de grasa visceral y 7 kg de masa magra. Es decir, un 40% de la pérdida de peso fue de masa magra. Sabemos que cuanta más masa magra perdemos en un programa de pérdida de peso, más fácil es recuperar el peso perdido y menos relacionada esta esa pérdida con una mejora de nuestra salud.

Lo que ya estamos oyendo decir a las compañías farmacéuticas, y ten en cuenta que obviamente tienen un gran interés en querer que lo tomes para siempre porque ganan más dinero cuanto más compres, es que es como los medicamentos para la presión arterial o como las estatinas para luchar contra el colesterol: funcionan mientras las tomes, dejas de tomarlas, dejan de funcionar. Ya. Muy bien. Pero eso no justifica bajo ningún concepto su uso durante toda la vida.

Consulta con tu Médico: Decisión Compartida

Antes de decidirte a comprar Ozempic, es vital tener una conversación abierta con tu médico. Esta decisión debe ser compartida y basada en una evaluación cuidadosa de tus condiciones de salud, historial médico y otros factores personales.

En España no es posible obtener una prescripción telemática y debe ser cara a cara con un médico. En otros países, como EEUU, es posible conseguirlos mediante DTC (hablo de qué es eso aquí).

Sin embargo, a la hora de recetar estos medicamentos, la prescripción telemática tipo DTC me genera más riesgos que beneficios. Me explico.

Ves a un doctor en Zoom, pero ¿cómo puede un doctor evaluar tu IMC por Zoom? No muy bien, ¿verdad? Parece más razonable obtener estos medicamentos a través de citas presenciales con médicos que estén entrenados para detectar trastornos de la alimentación.

Obviamente, si tienes un IMC menor de 27, no deberían dártelo y si sospechan que tienes un trastorno alimentario, no deberían, ¿verdad? Ya estamos viendo muchas personas delgadas, pero malnutridas. Y es que la malnutrición es un riesgo enorme aquí. No podemos olvidarlo.

¿Y Ahora Qué? Próximos Pasos

Espero que hayas encontrado estaría útil. Si después de leer ambos escenarios, crees que podrías ser un candidato para Ozempic, el siguiente paso es programar una cita con tu médico para discutir tus opciones. Recuerda, la pérdida de peso es un viaje y es importante encontrar el camino que mejor se adapte a tus necesidades y condiciones de salud.

Con la información correcta, puedes tomar decisiones informadas y seguras sobre tu salud. Pero recuerda: son los hábitos los que te darán la libertad que buscas. Tus hábitos son tu destino.

*Alfredo Andreu es farmacéutico colegiado 3228 (ficha) y dietista-nutricionista colegiado ARA00404 (ficha). Esta es su historia.

(Descargo de responsabilidad: esto no es un protocolo médico para tomar una decisión de prescripción. Es una guía clara y basada en la evidencia científica para que cualquier persona pueda tomar una mejor decisión compartida con su médico a la hora de elegir un posible tratamiento farmacológico en su pérdida de peso.)

¿Se puede tomar Ozempic en embarazo?

No se recomienda su utilización. Se debe interrumpir el tratamiento con semaglutida en caso de que una paciente desee quedarse embarazada o si se produce un embarazo. Debido a la larga semivida de semaglutida, el tratamiento se debe interrumpir al menos 2 meses antes de un embarazo planeado.

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